Ya hemos analizado el DLSS o supermuestreo de aprendizaje profundo cuando se lanzó la serie NVIDIA GeForce RTX 30. DLSS tiene el potencial de revolucionar el rendimiento de los juegos, ya que ofrece una forma de utilizar la IA o el aprendizaje automático para escalar y supermuestrear los gráficos de los juegos. Para recapitular, DLSS toma una resolución de renderizado interna y aumenta el número de píxeles a una resolución objetivo, sin los artefactos asociados con el escalado tradicional. El DLSS también se encarga del antialiasing durante el proceso.
Si nos fijamos en grandes títulos como Cyberpunk 2077 y el galardonado Death Stranding, DLSS permite a los usuarios disfrutar de altas velocidades de fotogramas incluso sin necesidad de grandes actualizaciones de hardware. Por ejemplo, DLSS hace posible que un juego se renderice internamente a 1080p pero aparezca como 2160p. Eso ayuda a aliviar la mayor parte de la carga de procesamiento, lo que permite obtener más fotogramas por segundo pero sin exigir más hardware. Esa es la teoría, al menos, ya que hay algo más.
Al observar los juegos que acabamos de mencionar y algunos títulos más, queda claro que la implementación de DLSS requiere más delicadeza. Por eso los juegos tienen ahora ajustes o perfiles DLSS para elegir. No siempre, por ejemplo, Shadow of the Tomb Raider simplemente tiene un interruptor de activación/desactivación de DLSS. Pero creemos que en el futuro muchos títulos esperarán que los usuarios seleccionen manualmente una prioridad de DLSS. ¿Qué significa esto? Veamos lo que se está convirtiendo en términos típicos para los menús de los juegos.