Para quien desee gran cantidad de espacio en pantalla sin gastar mucho dinero, el doble monitor 16:9 es una buena opción, siempre y cuando no le importe el marco y la configuración. Creemos que esto se aplica más al software de productividad que a los juegos. Los jugadores en cambio pueden salir más beneficiados invirtiendo en un solo monitor de mayor tamaño.
Eso nos conduce a la conclusión final de este artículo de que un monitor ultrawide es mejor que dos pantallas de 16:9, especialmente si se trata de uno de al menos 34 pulgadas. Un solo monitor ultrawide está mucho más optimizado en cuanto a configuración y adaptabilidad, e incluso aunque haya muchos juegos que no admitan resoluciones ultrawide, sigue sin ser tan complejo como tener dos monitores llenando la mesa.
Nuestra recomendación es buscar un monitor 16:9 más grande o uno ultrawide. Las configuraciones de dos monitores están bien para quienes están acostumbrados a tenerlos por su trabajo de oficina, etc., pero no son ideales para juegos.