Cualquier diseñador sabe mejor que nadie lo que significan dos equipos de escritorio o portátiles, especialmente cuando se tiene un portátil para trabajar en la oficina y un equipo de escritorio para trabajar en casa, y ahora necesita usar ambos desde casa. Por una parte, significan comodidad y eficiencia para realizar múltiples tareas, mientras que, por otro lado, implican molestias: dos teclados y dos ratones, el lío de cables y un espacio de trabajo desordenado. Tener dos juegos de teclado y ratón no solo ocupa una gran parte de la mesa de trabajo, sino que a veces también hay que andar pensando qué teclado y ratón tenemos que utilizar para el sistema que deseamos en cada momento. Además, si necesitamos cambiar con frecuencia entre dispositivos, cabe esperar que desenchufar y volver a enchufar los cables se convierta en parte de nuestra rutina de trabajo. ¿Hay alguna manera de tener lo mejor de ambos mundos, es decir, gozar de la eficiencia en el trabajo y ahorrarse estas molestias?
La respuesta es un conmutador KVM.