Sí, especialmente en combinación con otros factores esenciales como los bits de profundidad del color, el brillo máximo y las relaciones de contraste. El muestreo de crominancia determina la fidelidad y el impacto del monitor, aunque la percepción del color, obviamente, varía de una persona a otra. Cuanto más grande sea la muestra de color (más datos dedique un monitor a la presentación del color), más precisa será la imagen.
No obstante, volvamos a los principios. Con eso nos referimos a la noche de los tiempos, mucho antes de que nacieran los monitores, el HDR o los 10 bits. Desde los comienzos de la creatividad humana, los artistas notaron que el público prestaba mucha más atención a la luz que al color. Con la iluminación adecuada, los espectadores aprecian una pintura casi independientemente de los colores utilizados por el artista. Sin embargo, los monitores y televisores no pueden compararse realmente con las pinturas, ya que no observamos directamente la imagen de origen. El dispositivo recibe una señal y traduce esos datos para que aparezcan en una pantalla, que es la que vemos. Por eso, en pantallas digitales como los monitores que usamos todos, el muestreo de crominancia desempeña un papel importante.
Aunque hayan pasado miles de años desde las primeras pinturas rupestres, sigue vigente el principio básico de la predominancia de la luz sobre el color. Nuestra vista funciona así. Necesitamos luz para ver cualquier cosa, y el color, bueno, el color es estupendo pero secundario (de ahí que las primeras películas y los primeros televisores fueran en blanco y negro). En la era moderna, la necesidad de representar el color en pantallas electrónicas fue un problema desde el principio. Desde la década de 1920, ingenieros de empresas como RCA y Philips empezaron a trabajar para desarrollar una forma de transmitir conjuntamente luz y color como una fuente visual. Eso dio lugar a la matriz “4x2” empleada en el muestreo de crominancia que ahora pasamos a explicar rápidamente.
Para ahorrar tiempo al lector, por si tiene prisa, basta decir que la diferencia entre 4:4:4, 4:2:2, y 4:2:0 se hace patente en las aplicaciones de texto. Así pues, en el caso de los monitores hay que buscar 4:2:2 por lo menos. Por supuesto, 4:4:4 siempre es mejor, aunque no sea factible en todas las aplicaciones. Además, el muestreo de crominancia tiene poco que ver con los bits de profundidad del color (8 bits o 10 bits, por ejemplo). Son conceptos relacionados, pero solo tangencialmente.