Al hablar de sus ventajas, hay que decir que, si bien los IPS han mejorado en las tres áreas clave mencionadas anteriormente, esas mejoras no se han obtenido a costa de sus cualidades preexistentes.
Con un monitor IPS para juegos disfrutamos sin duda de los mejores colores. Independientemente del espacio de color, un panel IPS nos aproxima más que cualquier otro tipo de panel a la intención original de los artistas. En otras palabras, con IPS obtenemos la representación de color más precisa. Si queremos disfrutar de nuestros juegos con el color más vivo posible, debemos elegir IPS.
¡Ángulos de visión! Esa es otra área en la que IPS destaca por encima de sus competidores. Con 178/178 grados en los ejes vertical y horizontal, los monitores IPS para juegos retienen constantemente los niveles de brillo, incluso desde ángulos extremadamente bajos. Podríamos estar a cinco metros a un lado de nuestro monitor IPS comiéndonos una manzana para descansar de una sesión de juego y aun así no notaríamos mucha diferencia en la calidad de imagen, mientras que con un TN, o incluso un VA, la imagen se reduciría prácticamente a una mancha. Eso hace que los monitores IPS para juegos sean excelentes en cuanto a la flexibilidad que brindan respecto al lugar donde podemos situarnos al jugar, y por supuesto para los juegos cooperativos locales, con varias personas jugando en una misma pantalla, o al menos mirando cómo juegan otros. IPS es, por lo tanto, la tecnología LCD más sociable.
En resumen, los monitores IPS para juegos no solo son viables, sino que ahora son recomendables. La tecnología ha superado sus limitaciones del pasado y actualmente ofrece sus excelentes colores y ángulos de visión sin contrapartidas.