Según las definiciones oficiales de diversas organizaciones sanitarias, como el CDC y la OMS, la desinfección implica la eliminación casi total de los gérmenes de una superficie o zona. La higienización se refiere, en cambio, a reducir las poblaciones de gérmenes a niveles razonablemente seguros. Seguros para los humanos, no para los gérmenes, claro.
Siendo realistas, lo más probable es que podamos, como mucho, higienizar el monitor, ya que sea cual sea el material con el que esté fabricado, los agresivos productos e ingredientes químicos necesarios para matar en masa las poblaciones de gérmenes también destruirán la pantalla. Usar cosas como etanol, alcohol o lejía lo más probable es que deje cicatrices permanentes en la pantalla o, al menos, acabe por arruinar la lustrosa superficie brillante del monitor o su hermoso acabado mate. Por lo mismo, hay que mantenerlos alejados de cualquier producto para limpiar ventanas.
En general, el jabón normal tampoco es mucho mejor y también puede dañar las superficies del monitor debido a la presencia de lejía, un producto muy cáustico (los monitores no se llevan muy bien con los productos cáusticos).