En términos de calidad de imagen, las tecnologías Mini LED y OLED tienen sus fortalezas distintivas, especialmente cuando se aplican a diferentes géneros de juegos. La tecnología Mini LED ofrece un brillo significativamente mayor en comparación con OLED, lo cual es particularmente ventajoso en entornos brillantes o para juegos con escenas de alta luminosidad, como juegos de carreras, shooters en primera persona ambientados a plena luz del día o juegos de rol con escenas y paisajes magníficos. Por el contrario, los OLEDs proporcionan un contraste superior, ya que pueden apagar cada píxel para lograr negros verdaderos. Con imágenes excepcionales en escenas oscuras y relaciones de contraste infinitas, los OLEDs funcionan bien en juegos de terror o sigilo que dependen de la oscuridad y las sombras para crear tensión.
Ambas tecnologías mejoran la experiencia de visualización HDR (Alto Rango Dinámico), pero de diferentes maneras. El alto brillo de los Mini LEDs potencia las pantallas HDR con mayor intensidad y una gama más amplia de puntos brillantes, mejorando el realismo y el impacto escénico en deportes, juegos de rol y juegos de acción y aventura con escenarios brillantes y expansivos. Con negros perfectos, los OLEDs sobresalen en gradaciones sutiles de luz y sombra, particularmente efectivos para juegos generalmente oscuros. Sin embargo, el brillo máximo de los OLED generalmente es menor que el de los Mini LED, lo que puede limitar su capacidad para mostrar puntos extremadamente brillantes en contenido HDR.
Mientras que los OLEDs proporcionan valores de contraste más altos y un rendimiento excepcional en escenas oscuras, el mayor brillo de los Mini LEDs ofrece mayor versatilidad para diversos entornos de juego, y su capacidad para mostrar una mayor intensidad HDR permite experiencias visuales más dinámicas en varios géneros de juegos. El Mini LED es una opción atractiva para los jugadores que buscan pantallas de alto rendimiento que brillen tanto en configuraciones brillantes como oscuras.